Cuentan que, durante una cena entre gente de alta cuna, el gran cómico Groucho Marx (mencionado anteriormente por mi compañero Proletario) se dirigió a una dama con la siguiente cuestión:
-Señorita, ¿se acostaría usted conmigo por un millón de dólares?
A lo que la mujer respondió, sin vacilar:
- ¡Por supuesto!
- ¿Y por 7 dólares con 50? - preguntó el mordaz Groucho.
- ¿Pero usted qué clase de mujer cree usted que soy? - contestó, indignada, a lo que el cómico respondió:
- La clase de mujer que usted es ya lo ha dejado claro con su primera respuesta; ahora simplemnte estamos negociando el precio.
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