¿Os sentisteis alguna vez raros después de comer en un chino? Pues no es cosa de la imaginación; es debido, entre otras cosas, al glutamato monosódico, también llamado E-621.
Al parecer esta sustancia, que es natural e inocua en principio, está presente en muchas de las salsas con las que se prepara este tipo de comida. Tiene la propiedad de aumentar el apetito y está presente en muchos otros productos como patatas fritas, pizzas, chucherías, etc.
Pero en determinadas cantidades puede ocasionar otros efectos secundarios: somnolencia, aturdimiento, dolor de cabeza, sudoración y similares.
No está plenamente demostrado que este síndrome sea debido exclusivamente al E-621, pero en combinación con otros "factores" de la comida en cuestión puede ser determinante.
En fin, lo que no mata engorda. ¿Hace un chino?
domingo, 27 de mayo de 2007
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1 comentario:
a mi siempre m pareció k los doritos tenían una droga k obligaban a comer más y más(muy adictivo)lo mítico de no poder comer sólo una. a ver se vai ser iso
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